martes, 3 de noviembre de 2015

el otro lado.

Cambios.
Todo el mundo pide cambios. Constantemente.
Vemos a diario a centenares de personas por redes sociales suplicando un cambio en su vida.
"Necesito unas vacaciones" "Quiero viajar" "Me gustaría irme a vivir a otra ciudad"
Es como un acto reflejo que aflora siempre cuando entramos en una temporada de rutina que nos provoca un desprecio por todo lo que tenemos y conocemos.
¿Pero de verdad la gente quiere cambiar?
Siempre he pensado que no.
La gente no quiere cambiar. Cambiar significa salir de tu zona de confort. Significa que un día te levantes y no tengas todas esas cosas que te otorga tu tan odiada rutina. 
Y eso a la gente le aterra.
Por eso admiro a esas personas capaces de destruir todo lo que construyen en sus pequeñas temporadas de rutina odiosa, para empezar de cero en otro lugar. Dejando atrás todo lo material y lo personal. Centrándose sólo en ellas mismas. No dejando que la monotonía las absorba en la puta zona de confort. Arriesgando y exprimiendo cada día.

Y ese punto me encuentro yo.
Viendo y admirando desde mi zona de confort a este tipo de gente.
Y deseando saltar,




hacia el otro lado.

No hay comentarios:

Publicar un comentario